Muñeco sonajero para Paula

Reengancho la actividad del blog, no tanto las manualidades que están aparcadas desde... ¿?... ¡Uf! ya no sé, pero sí que se levantarían unos cuantos dedos de la mano para contar meses. El zanganismo se apodera de mí cuando hace calor, no me apetece hacer ná de ná de estas cosas.

Hoy le he dado un cambio de aspecto a este espacio, algo más garabatillo; me daba pena acordarme de su antecesor al ser tan gemelo pero algo cojo con respecto al otro (soy muy puntillosa).

Y, hablando de puntillas, quería enseñar este sonajero de tela que hice para una niña muy hermosa, Paula. Para ello aproveché un cacho de puntilla bien ancho y los restos de tela de los muñecos de sobrinito.

Creo que le gustó mucho, porque puso los ojos de un pasmarote... Ahora que está grande imagino que lo estará disfrutando más. Quien dice disfrutar será darle golpes, lanzarlo al aire, darle patadillas, babearlo, arrugarlo y espachurrarlo. Pero me consta que aún sigue entero.

¡Hasta prontico! (I hope).