Hoy compartimos: Algo que me hace sentir orgullosa.

En la entrada anterior se puso en contacto conmigo una muchacha muy amable, Lorena.
Me animó a unirme a un grupo en el que participan varios blogs. Se propone un tema y se elige un día para publicar al unísono. Cada cual desglosa el tema de forma personal y de esta forma tan divertida un mismo tema desarrolla variopintas interpretaciones.
[Pido disculpas por haberme retrasado en la hora de la publicación, es que he tenido ciertas dificultades. Error de novata.]


Nada más leer la proposición del tema pensé en Siro. Siro fue mi perro durante quince años y puedo decir a viva voz que me he sentido orgullosa de él desde que llegó a nuestra vida hasta que se marchó; incluso hoy que hace dos años que falta, sigo sintiendome orgullosa de él. Así será por siempre.
Os dejo algo muy personal, uno de los tantos videos que le hemos tomado durante el día de reyes. Como siempre ha sido uno más de la familia, cada año recibía su regalo con mucho interés. Él mismo cogía el suyo de entre todos los paquetes, se pavoneaba con el envoltorio en la boca una y otra vez, lo abría poco a poco y luego se encelaba con su regalo durante mucho, mucho rato. ¡Qué vivo era! Todo un personaje del que siento orgullo, orgullo y orgullo.
He compartido con él infancia, adolescencia y edad adulta. Nos ha hecho reir, nos ha puesto en apuros, se ha portado mal y bien, establecímos un lenguaje muy peculiar con él, era muy sentimental, muy simpático y omito anécdotas porque no terminaría jamás de relatarlas.
Fue un gran perro. Lo echamos muchísimo en falta porque su hueco es demasiado holguero y doloroso, pero lo despedimos con cierta calma porque ha vivido todo lo que su raza le pudo permitir.
Sé a ciencia cierta que ha sido un perro feliz y más felices hemos sido nosotros con él.
Siro, nos sentimos muy orgullosos de ti.


Estos son los blogs compañeros que participan en hoy compartimos:


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